Mantenimiento del agua en una piscina desmontable y guardado
Después de haber comprado e instalado nuestra piscina desmontable, toca decidir como mantener el agua de la misma, y como finalizar la temporada de baño, si merecerá la pena mantener la piscina montada o desmontarla hasta el próximo año.
¿Es necesario mantener el agua en una piscina desmontable?
La decisión de como mantenerla, depende en mayor medida del volumen de agua de nuestra piscina, y por supuesto de la complejidad de desmontarla o no
La primera opción, únicamente destinada para piscinas hinchables infantiles de pequeñas dimensiones, consiste en vaciar la piscina, limpiar y volver a llenar. Una solución poco prudente, teniendo en cuenta el déficit hídrico actual, y desaconsejable debido a su alto coste.
El resto de piscinas desmontables necesitan de un mantenimiento y tratamiento periódico del agua con productos químicos con el fin de cumplir con unos requisitos higiénicos básicos.
En caso contrario, transcurridos varios días, el agua comenzará a ponerse turbia y a manifestarse los primeros síntomas de aparición de algas.
Para ello debemos hacernos con unas tiras de análisis para piscina o de un kit de análisis que nos permita controlar y comprobar semanalmente los niveles de PH y cloro del agua de nuestra piscina. Mantener controlados estos dos parámetros será fundamental para que el agua permanezca limpia.
La inmensa mayoría de este tipo de piscinas cuenta con su propio sistema de depuración que nos permite filtrar y eliminar las impurezas del agua.
Las piscinas hinchables autoportantes disponen de una depuradora de filtro para mantener el agua siempre en buen estado.
En el caso de rotura o de no disponer de ella, podemos adquirir por separado un kit de depuradora de cartucho para piscina desmontable. También están disponibles los filtros para las depuradoras de cartucho.
¿Guardar la piscina desmontable o dejarla montada y llena?
Pasada la temporada de verano, esta es una cuestión que asalta a muchos propietarios. Según la recomendación de los expertos y fabricantes, lo más inteligente es vaciarla, limpiarla, secarla bien, plegarla y guardarla hasta el próximo verano.
Preferiblemente en un lugar seco y protegido de la luz solar, donde podamos también evitar los cambios bruscos de temperaturas y que quede a resguardo de las inclemencias metereológicas.
De este modo, alargaremos la vida útil de nuestra piscina y se conservará en buen estado.
Muy importante en este proceso que el secado sea a conciencia, ya que la humedad es un enemigo a combatir para evitar la aparición de hongos.
El linner hay que doblarlo correctamente para evitar arrugas que puedan debilitarlo en esa zona y que pudieran ocasionar en un futuro pérdidas de agua.
Si la piscina no dispone de funda para su almacenaje, estaría bien poder guardarla en su caja original si aún la conservamos o en otra de características similares.
Conservar las instrucciones de montaje evitará muchos problemas de montaje en un futuro.
En el caso de decidir conservar el agua de la piscina y no desmontarla, lo recomendable es protegerla cubriéndola con una funda o cubierta de piscina para evitar la luz solar, y que caigan en la misma hojas, insectos o polvo.
También habrá que tratar el agua con un producto químico para el invernaje.
Ahora que está a buen recaudo, solo queda esperar al siguiente verano para volver a disfrutar de un agradable baño.