En esta sección podrás encontrar todo tipo de artículos complementarios para las piscinas. Kits de análisis, tiras de medición del pH, nivel de cloro, dureza del agua... Termómetros y kits de reparación de pinchazos para arreglar piscinas de liner o desmontables.

¿Cómo mido el pH de la piscina?

El pH es el potencial de hidrógeno que existe en el agua, indica la acidez, cuanto mayor sea el pH mayor será la acidez y viceversa. Para que el agua de la piscina sea segura para las personas, el nivel de pH debe de estar entre 7,2 y 7,6. Los tratamientos del agua como el cloro o el bromo pueden modificar el pH de la piscina, mientras que algunos tratamientos requieren un pH exacto para tener efecto. Para conseguir los niveles de pH que se necesitan, es esencial tener a mano una herramienta para medirlo y otra para regularlo. Se puede medir el pH de forma muy fácil con tiras de análisis o kits químicos, si no fuera el indicado se puede modificar con reguladores de pH. 

Mi piscina tiene un pinchazo

Aunque al principio asuste, arreglar un pinchazo es muy fácil y barato. Un pinchazo en la banda de flotación de las piscinas desmontables se repara con parches muy sencillos de aplicar. Pasa lo mismo para piscinas de liner, a menos que sea una rotura muy grande, se puede aplicar un parche y dejar la piscina lista para volverla a llenar.

Mi piscina tiene una fuga

Es posible que tu piscina pierda agua, pero no sepas dónde está la grieta. Has revisado el vaso de la piscina mil veces y no has encontrado nada. Puede que el problema no esté a la vista. A veces, las tuberías del sistema de filtración tienen pequeñas fugas. Para intentar arreglar esto, se pueden usar los selladores de fisuras líquidos. Aplicando este producto, puedes reparar pequeñas grietas a las que no puedes acceder.

Cómo medir el nivel de cloro de la piscina

Los niveles de cloro libre presentes en el agua de la piscina deben de controlarse y estar siempre entre los niveles adecuados. Las dosis de los productos clorados son orientativas y se deben de ajustar en función de las características de la piscina. El número de bañistas, las horas de insolación, temperatura... son factores que influyen en la efectividad del tratamiento con cloro, bromo o oxígeno activo. Las dosis de los tratamientos clorados se deben ajustar para que los niveles de cloro libre de la piscina siempre estén entre 0.5 y 1.5 partes por millón. Si el nivel de cloro es más bajo, puede que aparezcan algas y bacterias en el agua, si los niveles superan los recomendados el agua puede irritar la piel de los bañistas y crear otros problemas.