¿Cómo realizar el mantenimiento de una piscina de agua salada?
Realizar el mantenimiento de una piscina de agua salada siguiendo una rutina regular y prestando atención a los detalles, se convierte en una tarea más fácil de lo que pensabas.
Tanto el mantenimiento del agua de una piscina de cloro, como el de una piscina de agua salada, es la base para disfrutar de un baño seguro y placentero.
En el post de hoy te daremos las claves para asegurar el correcto funcionamiento de tu piscina de sal.
El mantenimiento de una piscina de agua salada
Las piscinas de agua salada se han popularizado en los últimos años, entre otras causas, porque se trata de piscinas más respetuosas con el medio ambiente, menos agresivas con la piel y los ojos, y por el ahorro en el consumo de productos químicos, ya que es suficiente con la conversión de la sal en hipoclorito sódico.
Control de los niveles de sal
La primera clave para asegurar el óptimo mantenimiento de nuestra piscina de sal durante la temporada de baño consistirá en asegurarnos que el nivel de sal esté comprendido, por regla general, dentro del rango 2.500 - 3500 ppm (partes por millón).
Gracias al clorador salino, mantendremos el agua de la piscina siempre limpia sin la necesidad de usar pastillas de cloro. Es el encargado de descomponer la sal en cloruro de sodio mediante un proceso de electrólisis cuya misión es eliminar bacterias, algas y microorganismos presentes en el agua de la piscina.
El clorador salino no sólo es el encargado de generar el cloro presente en el agua de la piscina, sino también de mantener los niveles de cloro adecuados, evitando la necesidad de añadir cloro de forma manual. Esto minimiza el uso de productos químicos para mantener la piscina y además reduce la irritación de ojos y piel.
Consejo: Seguir siempre las recomendaciones del fabricante del clorador de salino.
Junto a este clorador vamos a necesitar la bomba peristáltica adecuada (bomba dosificadora) para controlar el nivel de Ph. Se introduce el rango de valores del ph 7.2-7.4, y cuando el sistema detecta que el ph es elevado, introduce regulador de ph en la piscina gracias a la bomba en la dosis adecuada para estabilizar el nivel de Ph. Para el mantenimiento de la sonda de ph, anualmente procederemos a su calibración. Al igual que otros casos, será el fabricante quien nos indicará como llevar a cabo a la calibración.
Es recomendable tener siempre a mano un kit medidor de ph manual que nos permita hacer la comparación de los parámetros medidos en el agua, con los que nos dé el clorador salino.
Cuidado y limpieza de la célula o celda de sal
La célula es el elemento fundamental del clorador salino. Encargada de reponer de forma autónoma el cloro en el agua conforme va desapareciendo debido a la acción de los rayos del sol. Con el paso del tiempo se va deteriorando y desgastando, por ello, para alargar su vida útil, es muy importante apagar el clorador salido durante el invierno.
La cal presente en el agua es otro de los enemigos de la célula del clorador salino. Si nuestra célula se viera afectada por la cal, en el mercado podemos encontrar los productos necesarios para su limpieza, simplemente tendremos que sumergir nuestra célula en el producto adecuado, siguiendo las recomendaciones del fabricante, hasta que este haga su efecto y elimine cualquier resto de sal.
La mayoría de los cloradores salinos cuentan con una célula autolimpiante por inversión de polaridad.
El equilibrio de la química del agua de sal
El quid de la cuestión para mantener una piscina en condiciones óptimas para el baño, ya sea una piscina de cloro o una piscina de agua salada, es conseguir el equilibrio de la química del agua.
En nuestro caso, al tratarse de una piscina de sal, es importante controlar que los niveles de pH no se disparen, ya que, debido al alto contenido en sal, lo normal es que el nivel de pH tienda a ser elevado. Por lo tanto, de manera periódica, una vez por semana, haremos una medición del nivel de pH para asegurarnos que este no está por encima de nuestro rango de 7.4
Otro de los parámetros que hemos de tener bajo control es el nivel de sal, que como ya hemos visto anteriormente, este ha de estar entre 2.500 y 3.500 ppm, para ello haremos uso de un medidor de sal para verificar los niveles mensualmente. Si el nivel de sal está por debajo de nuestro rango, procederemos a añadir sal especialmente formulada para piscinas. Los niveles de sal van bajando fruto principalmente de los procesos de depuración y de los cambios meteorológicos que alteran los parámetros del agua.
Gracias al clorador salino tendremos automatizado gran parte del control del tratamiento químico de la piscina.
Limpieza periódica de la piscina de agua salada
La limpieza ordinaria de la piscina de sal no difiere en nada de la piscina de cloro, todo se reduce básicamente a hacer funcionar la depuradora durante varias horas al día, el tiempo va a depender del tamaño y volumen de agua de la piscina, pasar el barrefondos o poner en funcionamiento nuestro robot limpiafondos 2-3 veces por semana, y quitar las hojas e insectos de la superficie con un recoge hojas.
Aunque el mantenimiento de una piscina de agua salada requiere la misma atención que la de una piscina de cloro tradicional, en ambos casos, los pasos a seguir son muy fáciles y repetitivos. A medida que vayamos ganando experiencia, el mantenimiento se convertirá en un juego de niños.
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