¿Cómo limpiar la estufa de pellets?
Limpiar la estufa de pellets es una tarea prioritaria para asegurar su correcto funcionamiento.
Las estufas de pellets han ido ganando cada día más adeptos en España, convirtiéndose en una opción de calefacción presente en la mayoría de los hogares gracias a su bajo coste, a su alto poder calorífico, y al uso de un combustible ecológico.
Para sacar el máximo partido a nuestra estufa de pellets, no podemos descuidar su mantenimiento y limpieza.
Mantener limpia la estufa de pellets
Una limpieza adecuada garantizará un funcionamiento preciso, al tiempo que alargará la vida útil de la estufa, y contribuirá al ahorro en pellets. Por el contrario, con una estufa sucia y con un mal mantenimiento, no obtendremos unos resultados óptimos.
Para su limpieza comenzaremos por la seguridad, por ello hemos de asegurarnos que la estufa de pellets esté apagada, desenchufada y fría antes de comenzar a limpiarla. De lo contrario correremos el riesgo de quemarnos.
Limpieza y mantenimiento periódico de la estufa de pellets
Durante el invierno procederemos a llevar un mantenimiento periódico de nuestra estufa de pellets. La limpieza regular la realizaremos en periodos de entre 4 y 7 días, dependiendo del uso que le demos.
Incluso utilizando el mejor pellet del mercado, como el pellet certificado Burpellet, ¡con un contenido en cenizas inferior al 0,7%! (disponible en palé de 20 sacos o de 72 sacos) una estufa descuidada, y con un mantenimiento inadecuado, no nos proporcionará el mejor rendimiento.
Para proceder con nuestra faena, empezaremos por colocarnos unos guantes y así evitar mancharnos mientras retiramos los restos de suciedad. Para aquellas personas que sufran de alergias o tengan problemas respiratorios, también sería de gran utilidad el uso de mascarilla.
Aspirar las cenizas
Cada vez que nos calentamos con pellets, se generan residuos, ya sea en mayor o menor medida.
El quemador o crisol es el lugar donde se produce la combustión de los pellets y, por lo tanto, donde se acumulan cenizas y hollín.
Si se obstruye o contiene demasiada suciedad, el aire de combustión, y el aire caliente de encendido ya no podrán pasar y, en consecuencia, el rendimiento de la estufa será menor.
Durante su limpieza revisaremos bien que no quede ningún residuo que impida su normal funcionamiento. Revisando que ninguno de los orificios pueda quedar obstruido. Una vez, bien limpio, procederemos a colocar en su lugar.
Aprovecharemos este paso para extraer también los restos de cenizas acumulados en el cajón de las cenizas o cenicero, situado debajo del quemador.
No es necesario vaciar el cenicero cada vez que llenamos el depósito de pellets. Será suficiente con hacer esto una vez por semana.
Para todo ello podemos ayudarnos con el uso de una brocha, y/o de un aspirador de cenizas, y así obtener un resultado impecable. De manera periódica procederemos a revisarlo para comprobar que no es necesario sustituir el filtro de la aspiradora de cenizas.
Limpiar el cristal
A continuación procederemos a limpiar el cristal, con ayuda de un producto de limpieza no abrasivo y un paño o papel de cocina. Si este se ensucia con demasiada frecuencia, significa, o bien, que el pellet es de baja calidad, o que la combustión sea deficiente.
Limpieza anual de la estufa de pellets
Al finalizar la temporada de invierno, llevaremos a cabo una limpieza extraordinaria de la estufa de pellets, dejándola preparada para su uso de cara al siguiente invierno.
Limpieza de los conductos de evacuación de humos
Para ellos procederemos a quitar la tapa inferior de la T de la tubería trasera de la estufa. Mucha precaución de asegurarnos de que los tubos no estén calientes, y así no tener que lamentar daños. Además de hacer uso siempre de guantes.
Aspiramos los restos acumulados en la tapa y con ayuda de un deshollinador de nylon o metálico con varillas telescópicas que nos permita acceder a todos los rincones, limpiaremos los restos acumulados en las paredes de las tuberías. Con nuestro aspirador de ceniza recogeremos los restos que caigan al suelo.
Como alternativa podemos hacernos con un deshollinador específico para estufas de pellet que genera unos vapores que descomponen y eliminan las incrustaciones de alquitrán y suciedad acumulados tanto en el brasero, como en la cámara de combustión y en los conductos.
Nota: Seguir las instrucciones de uso del fabricante.
Por último, revisaremos y limpiaremos los ventiladores (que suministran el aire caliente a la estancia), así como todos los dispositivos electrónicos (muy importante para el correcto ajuste de la estufa).
Con la llegada del fin de la temporada del uso de nuestra estufa de pellets también limpiaremos la tolva, lugar donde se vierte el pellet que luego pasará al quemador, retirando el pellet que aún pueda contener y aspirando los residuos que no podamos quitar con las manos.
Finalizaremos revisando y limpiando las rejillas, comprobando que todos los engranajes funcionan correctamente, que las juntas están en perfecto estado y cumplen con su función de estanqueidad.
Siguiendo nuestros consejos, y sobre todo, eligiendo un pellet de calidad premium, ¡optimizarás el rendimiento de tu estufa de pellets!.
Ya podemos dejar descansar nuestra máquina de pellet hasta el próximo invierno.